En tan solo cuatro meses al frente de la Alcaldía de Santo Domingo Este, Dio Astacio ha demostrado que su administración es un verdadero caos. Las calles, que deberían ser un reflejo del progreso y la gestión eficiente, hoy están cubiertas de basura y desechos, lo que ha generado una creciente insatisfacción entre los ciudadanos.
La falta de un plan de trabajo claro para la recolección de residuos ha creado verdaderos basurales improvisados en diversas zonas del municipio. Los habitantes de Santo Domingo Este están cansados de ver cómo la basura se acumula y se convierte en un foco de contaminación y enfermedades. ¿Dónde están las promesas de cambio y mejora que tanto se pregonaron durante la campaña electoral? La realidad es que, al parecer, Astacio se ha olvidado de aquellos que lo llevaron al poder, y los dirigentes del Partido Revolucionario Moderno (PRM) parecen no entender la magnitud de la crisis.
La administración actual no solo se enfrenta a problemas de limpieza, sino que también carece de una planificación adecuada. Las acciones improvisadas y la falta de estrategia han llevado a un verdadero desastre en la gestión de la alcaldía. La ineficiencia en la recolección de basura no solo afecta la estética del municipio, sino que también pone en riesgo la salud de sus habitantes. Los ciudadanos merecen un liderazgo que se preocupe por el bienestar de la comunidad, no uno que actúe a medias y que solo ofrece soluciones temporales.
Es difícil imaginar cómo Dio Astacio podría tener la audacia de aspirar a un nuevo cargo, ni siquiera a la presidencia de una junta de vecinos, si en tan poco tiempo ha demostrado ser incapaz de afrontar las necesidades más básicas de su comunidad. La desilusión es palpable entre los residentes, quienes esperaban un cambio y una mejora en su calidad de vida. Sin embargo, lo que han recibido es un panorama desolador, donde la basura se ha convertido en la protagonista indeseada de las calles.
El descontento es evidente en cada esquina, y las redes sociales se han convertido en un termómetro de la frustración colectiva. Los ciudadanos no solo exigen respuestas, sino también acciones concretas que transformen la situación actual. La falta de diálogo y la desconexión entre la alcaldía y la comunidad han agravado aún más la crisis, dejando a muchos sintiéndose abandonados y desamparados.
En conclusión, la actual administración de Dio Astacio no ha hecho más que desilusionar a un pueblo que anhelaba un cambio positivo. La gestión de la basura y la falta de planificación efectiva son solo una muestra de que, en este momento, no hay forma humana que le permita reelegirse en el 2028. Los ciudadanos de Santo Domingo Este merecen un liderazgo que escuche sus necesidades y trabaje incansablemente por el bienestar de la comunidad, algo que, lamentablemente, parece estar muy lejos de la realidad actual. Es hora de que la administración de Astacio tome medidas urgentes y efectivas para revertir esta situación antes de que sea demasiado tarde.
Por : Alexander Olivence.