En el contexto político actual de la República Dominicana, es imperativo abordar la figura jurídica contenida en la Constitución Dominicana que establece la limitación de dos periodos consecutivos para el ejercicio de la Presidencia de la Republica. Esta norma, que ha sido parte del debate político del país, cobra especial relevancia en el marco del proyecto de reformas que impulsa el presidente Luis Abinader. La posibilidad de reformas podría tener efectos vinculantes no solo para su gestión, sino también para el futuro del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
El PRM, como partido en el poder, enfrenta un desafío crucial: la selección de funcionarios que no solo representen la continuidad de un gobierno exitoso, sino que también posean un sentido práctico de reciprocidad política y un compromiso firme con las bases. La historia reciente nos ha mostrado que la eficacia de un gobierno se mide no solo por las decisiones tomadas en el Palacio Nacional, sino por la capacidad de sus líderes para escuchar y defender los intereses de las dirigencias locales y de las bases.
Es fundamental que quienes asuman posiciones de poder en este nuevo gobierno sean verdaderos defensores de los espacios que han sido bien ganados a través del esfuerzo colectivo. La participación activa de las dirigencias locales, medias y de las bases es crucial para mantener la cohesión y la legitimidad del partido ante la ciudadanía. Si el PRM desea consolidar su posición en el panorama político nacional y evitar los errores del pasado, debe asegurarse de que sus selecciones de Compañeros, no solo respondan a criterios de lealtad, sino también a la capacidad y la integridad de los candidatos.
A medida que nos acercamos a nuevos retos electorales, es vital reflexionar sobre la importancia de la responsabilidad y el compromiso. La historia política dominicana está llena de lecciones, y una de ellas es la necesidad de aprender de los errores ajenos y propios. El PRM tiene la oportunidad de construir un legado que no solo se base en la victoria electoral, sino en la construcción de un Estado que escuche a su pueblo y responda a sus necesidades.
Aún estamos a tiempo de hacer las elecciones adecuadas y de tomar decisiones que aseguren la continuidad del PRM y la estabilidad del país. Es momento de que los líderes del partido se reúnan, escuchen a sus bases y se comprometan a seleccionar individuos que no solo sean leales al partido, sino que también tengan un sentido profundo de responsabilidad social y política.
La invitación está hecha: reflexionemos y actuemos con sabiduría. La historia no espera, y el futuro del PRM y del país está en juego. Por : LIC.PEDRO ANTONIO CASSÓ..Dirigente Comisión Ejecutiva de Santo Domingo Este
