Un portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca ha calificado este lunes de «devastadoras» las imágenes del ataque israelí contra un campo de desplazados en la ciudad de Rafá, en el sur de la Franja de Gaza y que ha dejado al menos 45 muertos, al mismo tiempo que ha justificado las acciones de Israel contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
«Las imágenes devastadoras tras un ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Rafá anoche que mató a decenas de palestinos inocentes son desgarradoras. Israel tiene derecho a ir tras Hamás, y entendemos que este ataque mató a dos terroristas de alto rango de Hamás responsables de ataques contra civiles israelíes», ha declarado el portavoz a la cadena de televisión estadounidense NBC News.
Tras ello, ha vuelto a insistir en que, a pesar de este derecho, Israel debe «tomar todas las precauciones posibles» para proteger a los civiles palestinos. Además, ha asegurado que Washington ya se encuentra en contacto con las autoridades israelíes y con sus socios sobre el terreno para «evaluar lo sucedido», y ha mostrado su confianza en la investigación anunciada por el Ejército israelí.
El impacto del bombardeo ha sido tal que, según fuentes diplomáticas consultadas por la cadena de televisión Al Yazira o CNN, el Consejo de Seguridad de la ONU va a celebrar una reunión de emergencia a puerta cerrada a petición de Argelia para hablar sobre estos ataques.
Diferentes medios palestinos difundieron imágenes del ataque, donde la mayoría de víctimas son mujeres y niños, mostrando un gran incendio en el campamento y cuerpos de palestinos bajo escombros, carbonizados o mutilados.
El Ejército de Israel confirmó el ataque, en el que habrían acabado con dos altos cargos de Hamás responsables de Cisjordania, y reconoció que «como consecuencia del ataque y un incendio que se desató en la zona resultaron heridas varias personas ajenas a los involucrados» y afirmó que está «revisando» el incidente. Tras ello, el fiscal jefe de las Fuerza de Defensa de Israel (FDI) describió el suceso como «muy grave» y recalcó que hay una investigación en marcha.