Santo Domingo, RD – La entrada de La Toronja, ubicada en la Autopista La Pista, se ha convertido en un triste reflejo del abandono y la falta de atención a los problemas ambientales que aquejan a Santo Domingo. La acumulación de basura en esta zona no solo afecta la estética del lugar, sino que también plantea serios riesgos para la salud pública y el medio ambiente. Sin embargo, el alcalde de Santo Domingo, Dio Astacio, ha mantenido un preocupante silencio ante esta situación crítica.
Los residentes y transeúntes de La Toronja han expresado su indignación al ver cómo la basura se acumula sin control en los márgenes de la autopista. Desechos orgánicos, plásticos y otros tipos de residuos se han apilado, creando un panorama desolador que ahoga la belleza natural de la zona. «Es una vergüenza que una entrada tan importante esté en estas condiciones. Nos sentimos abandonados», comentó un vecino que transitaba por la zona.
La falta de acción por parte de la Alcaldía ha llevado a muchos a cuestionar la efectividad de la gestión municipal. Los ciudadanos esperan soluciones inmediatas, como el incremento de la frecuencia de recolección de basura y el establecimiento de campañas de educación ambiental que promuevan el respeto por el entorno.
Además de la acumulación de basura, la situación en la entrada de La Toronja también afecta la seguridad vial. La visibilidad se ve comprometida por los desechos, lo que puede ocasionar accidentes en una vía tan transitada. La inacción de las autoridades frente a este problema plantea interrogantes sobre el compromiso de la Alcaldía con la salud y el bienestar de sus ciudadanos.
Es fundamental que el alcalde Dio Astacio tome medidas urgentes para abordar esta crisis. La implementación de un plan integral que incluya la limpieza inmediata de la zona, el mantenimiento regular de la recolección de basura y la sensibilización de la comunidad sobre la importancia de mantener nuestro entorno limpio es imperativa.
La entrada de La Toronja no solo es un punto de acceso a la ciudad, sino que también representa la imagen que proyectamos a quienes nos visitan. Es hora de que las autoridades se pronuncien y actúen. Los ciudadanos merecen un entorno limpio y seguro, y es responsabilidad del gobierno municipal garantizar que esto sea una realidad.
La comunidad está lista para colaborar, pero necesita que sus líderes escuchen sus clamores y tomen cartas en el asunto. La limpieza y el orden son derechos de todos, y no podemos permitir que el silencio y la inacción prevalezcan en nuestra ciudad.
Por : Alexander olivence