Santo Domingo .-Con un pronóstico de alrededor de 72 horas de lluvias debido a la incidencia de una vaguada sobre el territorio, la población se mantiene alerta con medidas preventivas ante posibles inundaciones.
Y es que mientras unos agradecen que llueva para que desciendan las altas temperaturas que han provocado un calor intenso en los últimos días, los que viven en zonas vulnerables, como los de las riberas de los ríos Isabela y Ozama, duermen con un ojo cerrado y otro abierto atentos a cualquier eventualidad.
Los comunitarios en la orilla del río pidieron al Gobierno ir en su auxilio y que los saque de allí, ya que la incertidumbre los afecta cada vez que anuncian fenómenos atmosféricos.
Ányelo Adames, un joven con 12 años viviendo en La Zurza, manifestó que por las lluvias lleva a sus hijos donde algún familiar o a la escuela, además de subir los ajuares a nivel del techo para que no se dañen si se mete el agua.
Alberto Comprés, quien también vive allí hace 18 años, dijo que por experiencias anteriores “me mantengo activo, con los ojos abiertos, preparado para correr porque cuando se pone así se mete de repente el agua”.
Otra que ha pasado por varios episodios de inundaciones es Zunilda Martínez, residente en la ribera del Ozama debajo del puente, quien explicó “como siempre, levantamos los ajuares que sean de mayor valor, como la nevera, y si vemos que el río está haciendo su trabajo, pues sacamos los niños, los envejecientes, las embarazadas y nosotros, que tenemos más control, nos quedamos, miramos el panorama y dormimos en la casa”, afirmó Martínez y reiteró que así lo hacen si las lluvias no le representan mayor peligro.
Bimary de Jesus