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Ortiz Bosch reflexiona sobre soledad del poder en procesos de cambios

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Milagros Ortiz Bosch, primera mujer en alcanzar la vicepresidencia de la República en el país, con trayectoria política impecable, defensora de los valores democráticos y figura influyente del proyecto político y del gobierno de Luis Abinader, relata que se siente privilegiada de sus 87 años. “Que en el próximo mes serán 88”, recordó.

La satisfacción está vinculada a los múltiples acontecimientos de la historia contemporánea del país, que ha vivido en primera línea, de los que fue parte o protagonista. “Ese es mi orgullo, haber vivido todo eso”, comentó.

Su entrevista reciente, en elCaribe y CDN, coincide con dos fechas importantes en los acontecimientos políticos del país, que de manera directa o indirecta cambiaron o impactaron de forma significativa en el curso de la historia.

Hoy se cumplen 42 años de la muerte trágica del entonces presidente Antonio Guzmán, la figura estelar para que el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), conquistara el poder por segunda vez, en 1978, luego de que lo perdió por un golpe de Estado en 1963.

La conversación con la primera vicepresidenta del gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM) también coincide con el aniversario de la llegada al país del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). De ese acontecimiento, que tuvo lugar el 5 de julio de 1961, a poco más de un mes de la muerte del tirano Rafael Leonidas Trujillo, se cumplirán mañana 63 años.

Ortiz Bosch compartió algunas de sus experiencias y perspectivas sobre ambos acontecimientos.

Del fallecido presidente Antonio Guzmán, sostuvo que escogió gobernar básicamente con un personal de Santiago y que el contexto previo a su suicidio, estaba sometido a una campaña difamatoria contra su familia.

“El escogió al sector de Santiago para que lo acompañara. La fecha es notable, para los que hemos seguido una corriente más o menos de la democracia transformadora, positiva; recordemos que las fuerzas políticas se pueden debilitar o se pueden fortalecer con una actitud coherente con ese sentido de la democracia, cuando está coincidiendo con las decisiones, con la voluntad de los cambios que demandan los pueblos”, comentó.

Y agregó: “Es oportuno recordar que hay situaciones que se pueden crear por situaciones extemporáneas por presiones de cambios que no son aceptables. Quizás don Antonio Guzmán, se vio en un momento muy difícil en que había una campaña difamatoria contra su familia, que la vida ha mostrado que solamente vivió del trabajo y del esfuerzo de productor de don Antonio”.

Un segundo elemento que refirió en el contexto del fallecimiento del político, es el de las luchas internas que ocurrían a lo interno del PRD para entonces.

“Lo segundo que eso también llegó a hacer, son las tendencias y los grupos políticos internos que contribuyen a crear esas situaciones y las personas buenas, que están haciendo un esfuerzo notable porque los cambios se produzcan, terminan siendo afectadas cuando el cambio de poder olvida esos valores, ellos se enfrentan a la soledad”, reflexionó.

Sobre los días siguientes al 5 de julio de 1961, Ortiz Bosch compartió algunas anécdotas, vinculadas al fundador del PRD, el profesor Juan Bosch y el líder de mayor relevancia del partido blanco, José Francisco Peña Gómez.

“En cierta manera, haber llegado antes Sacha Volman al país, dentro de la posición, de alguna manera mi familia sabía que lo que don Juan (Bosch) representaba, llegaría al país, como un rumor, y cuando llegó, para mí fue una gran curiosidad”, recuerda. Sacha Volman fue una figura de relevancia en el proceso de transición en el país que estuvo vinculado a la élite política de la época, especialmente en el PRD.

“A los dos días, estaba en mi casa la comisión, yo estaba ahí oyendo hablar, los tres, la familia completa, menos los abuelos que todavía estaban exiliados en Costa Rica, y entonces los oímos expresarse de lo que era la democracia, a lo que venían”, cuenta.

Prosigue: “Yo sin decirles nada a mis padres, al otro día fui a verlos al hotel donde estaban, era el Hotel Comercial, cuando iba subiendo la escalera vi una persona negra detrás de mí y me dijo, usted se llama Milagros, yo miré y le dije, sí yo me llamo Milagros, no dijimos más nada y nos sentaron a esperar a Miolán (Ángel)”, cuenta sobre cómo conoció a Peña Gómez y empezaron a trabajar en política juntos en el PRD.

Refirió que en ese encuentro con Miolán, Peña Gómez le dijo todo lo que podía hacer por el PRD.
“Ahí Peña Gómez le dijo todo lo que podía hacer por el partido, que era buen locutor, que sabía pronunciar, que sabía organizar, bueno; a mí me preguntaron, entonces me dijo Miolán, pero yo la vi a usted ayer, yo le dije sí, usted fue a mi casa ayer y ahí es donde usted me conoció. Entonces ahí me designaron asistente de Peña Gómez para Tribuna Democrática, entonces fue una época muy tensa, pero alegre”, recuerda con evidente emoción y signos de nostalgia.

El 5 de julio de 1961, el PRD envió una comisión al país que estuvo integrada por Ángel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón Castillo. La misión de esos comisionados era organizar al partido blanco en todo el país. El PRD ganó las elecciones de diciembre de 1962 con Juan Bosch.